Dos actores locutores presentaron una demanda colectiva contra la empresa de inteligencia artificial Lovo, acusándola de usar sus grabaciones de voz de manera indebida para desarrollar una tecnología que imita sus voces y compite con ellos en el mercado laboral.
Paul Lehrman y Linnea Sage sostienen en su demanda que Lovo los engañó para que enviaran muestras de voz bajo falsos pretextos y luego utilizó estas grabaciones para comercializar versiones de inteligencia artificial de sus voces.
Entre las acusaciones presentadas se encuentran fraude, publicidad engañosa y violación de los derechos de publicidad, y exigen una compensación de 5 millones de dólares.
Lehrman descubrió que su voz estaba siendo utilizada sin su permiso al escuchar un podcast sobre inteligencia artificial, donde un robot usaba su voz. Además, encontró videos en YouTube sobre la guerra en Ucrania que empleaban su voz.
Por su parte, Sage se dio cuenta del uso no autorizado de su voz en un video de Lovo de 2020, donde se comparaba su voz original con una versión recreada por IA, usando la imagen de una mujer que no era ella.
La demanda también menciona que Lovo ha creado voces que imitan a varias celebridades con nombres modificados, como "Barack Yo Mama", "Elton John Cena" y "Cocoon O’Brien", lo que podría indicar un patrón de comportamiento similar.
Esto subraya la importancia de proteger los derechos de publicidad y el control de los locutors sobre sus trabajos. La proliferación de tecnología de IA que replica voces humanas plantea importantes desafíos legales y laborales para los actores de doblaje.
El caso aborda cuestiones legales clave sobre el uso de la inteligencia artificial en la industria de la locución y el doblaje, incluyendo el respeto a los derechos de los profesionales y la ética en la comercialización de productos derivados de la IA.