Si bien los locutores ya estamos acostumbrados a escuchar nuestra voz grabada, cuando alguien se escucha grabado por primera vez, le cuesta sentirse identificado.
¿Por qué ocurre esto? El motivo generalmente suele ser el mismo: parece más aguda de lo que creemos que es.
Esto se debe porque al hablar, escuchás lo que decís a través del oído externo y del conducto que une a la boca con el oído. Además los huesos de tu cráneo vibran al mismo tiempo, dándole unos tonos más graves que tu voz no tiene en realidad.
Es decir, que hay dos maneras de percibir nuestra voz. La primera es a través de lo que escuchamos por el oído más los sonidos de las vibraciones internas que se producen en las cuerdas vocales y huesos del cráneo.
La segunda, la de las grabaciones, se realiza sólo a través del oído y es así cómo las otras personas escuchan siempre nuestra voz.
Según un estudio publicado por el doctor Harold Sackeim, en torno al 90 % de las personas se reconoce perfectamente. Esto fue ayudado en los últimos años por el uso de celulares en los que se pueden enviar mensajes de voz.
En 2013, otro estudio eligió a una serie de personas a las que se les dijo que tenían calificar, según el nivel de «atractiva», una serie de voces grabadas. En ningún momento se les dijo que también escucharían su propia voz. Casi el 100 % de los participantes calificaron su grabación como la voz más atractiva de todas.
Al repetirse el experimento con otras personas que sí sabían que iban a escuchar su voz, el mismo porcentaje calificó su voz de espantosa.
Ahora ya sabés por qué percibís tu voz de dos maneras diferentes y todos lo hacemos. Si pretendés usarla apra trabajar, vas a tener que acostumbrarte a escucharla mucho, porque es la manera que tenemos los locutores de corregirnos.